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Los brackets causan muchas molestias. ¿Alguna solución?

¿Te has puesto brackets para mejorar tu sonrisa¿ ¡Enhorabuena! En breves tus dientes están alineados y tendrás una sonrisa perfecta y bien posicionada, eso es fantástico. Ahora bien, muchas veces cuando se colocan los brackets, estos hacen daño y no sabemos como aliviar el dolor ni las molestias típicas que se producen. ¿Quieres algunos consejos?

  1. Anestesia gel: Para calmar el dolor de muelas podemos encontrar gel en anestesia en las farmacias. Es una muy buena opción para aliviar el dolor de las encías producido por los aparatos.
  2. Consumir alimentos blandos: Durante los primeros días es bueno consumir alimentos blandos y líquidos para evitar que los dientes vuelvan a doler y evitar molestias.
  3. Chupar hielo: Cinco minutos chupando un cubito de hielo puede ayudar, ya que actúa como anestesia natural y alivia la inflamación, el dolor y las molestias.
  4. Infusión de manzanilla: Una taza de manzanilla calma las inflamaciones producidas en las encías y disminuyen las molestias.
  5. Cera de ortodoncia: El profesional que te haya colocado los aparatos te la puede proporcionar. Evita las lesiones que se producen en la parte interna de la boca.

Por último decir que es muy importante saber cepillar bien los dientes con brackets para evitar infecciones.

 

La osteoporosis y la salud dental.

La osteoporosis es una enfermedad difícil de detectar. Muchas veces sucede que no se tiene un diagnóstico preciso hasta que la densidad ósea está ya muy reducida.

El dentista es el que puede detectar síntomas de piezas dentarias o enfermedad de las encías que indican que se encuentra en la etapa temprana de la osteoporosis, razón por la que es importante visitar al dentista de forma regular y este debe conocer su historial médico, aunque no tenga relación con su salud bucal.

Con una revisión del historial, un examen clínico y una radiografía se pueden detectar las primeras etapas de la osteoporosis. La historia clínica informa sobre los factores de riesgo, de la predisposición genética, falta de calcio, tabaquismo, menopausia, ingesta de cafeína o alcohol y estilo de vida. Hay otros signos, además de los citados anteriormente, que pueden advertir la posibilidad de osteoporosis.

Cuando hay pérdida de masa ósea en la mandíbula y en la zona de los dientes, hay pérdida de masa ósea en otras partes del cuerpo. Cuando hay baja densidad minera ósea se tiende a perder más dientes.

Cuando las dentaduras postizas se aflojan o se vuelven difíciles de colocar, por lo que no llegan a funcionar, produciendo dolores en la boca y dificultades para hablar.

Otro signo es la enfermedad de las encías, dolencia que repercute en la pérdida de masa ósea y que puede ser un indicador.

Para prevenir la osteoporosis es importante seguir algunos consejos que os comentamos a continuación…

  1. Tomar alimentos con calcio.
  2. Añadir vitamina D a la dieta.
  3. Hacer ejercicio.
  4. Dejar de fumar.
  5. Reducir la ingesta de alcohol y café.

Si sospecháis de que podéis estar sufriendo osteoporosis debéis visitar a  vuestro médico de cabecera cuanto antes. En la actualidad existen medicamentos disponibles para la prevención y el tratamiento. Intervenir la enfermedad de forma temprana es un punto clave tanto para la salud bucodental como para la salud en general.

 

 

 

 

 

Quimioterapia y Salud Bucodental.

Los tratamientos contra el cáncer pueden provocar efectos secundarios en la boca. Es por ello que es bueno visitar a un dentista al menos un mes antes de comenzar la quimioterapia.

La quimioterapia es un tratamiento contra el cáncer en el que se usan medicamentos que destruyen las células cancerosas, aunque también es posible que se dañen las células sanas, incluidas las que están en la boca. Es por ello que la quimioterapia puede producir efectos secundarios en los dientes, encías, tejidos y glándulas salivares.

Hay que añadir que por desgracia pueden ser graves, ya que pueden causar dolor y dificultad al comer, tragar y hablar. Facilita las infecciones de la boca, lo cual es peligroso si se está recibiendo el tratamiento contra el cáncer.

Si los efectos secundarios son severos, puede que incluso deban cancelar el tratamiento contra el cáncer. Tal vez el médico necesite reducir o incluso detener la quimioterapia.

No todas las personas que se están tratando con quimioterapia padecen los mismos efectos secundarios. De ello dependerán los diferentes medicamentos que se usen en las sesiones de la quimio y de como reaccione el cuerpo ante ellos: se puede sentir dolor en la boca y encías, sequedad en la boca, ardor en la lengua, inflamación o que se despelleja y cambios en el sentido del gusto.

Puede resultar sorprendente, pero visitar al dentista antes de comenzar con la quimioterapia puede ser de gran ayuda a la hora de prevenir problemas serios de la boca, que aunque muchas veces no se pueden evitar, al menos se pueden minimizar.

Y tú… ¿Te muerdes las uñas?

Mucha gente se muerde las uñas, es un hábito muy común. Pero este simple gesto, además de las consecuencias estéticas que supone, conlleva peligros para nuestra salud bucodental.

Se han realizado diversos estudios sobre las causas de morderse las uñas. Uno de los factores influyentes más importantes es la ansiedad, ya que supone una vía de escape ante una situación de nerviosismo que poco a poco se convierte en hábito.

Suele aparecer en la niñez y a medida que va pasando el tiempo se convierte en manía. Este mal hábito puede causar desgaste en los dientes, problemas en las mandíbulas, aumenta el riesgo de sufrir infecciones e incluso puede producir halitosis.

Cuando nos mordemos las uñas, estamos trasladando las bacterias y los hongos que tenemos en las manos y las uñas hasta la boca. Los dientes y la boca son una puerta de entrada a nuestro organismo para las bacterias, infecciones y enfermedades.

El desgaste de los dientes es otro punto a tener en cuenta. El continuo mordisqueo afecta tanto al erosionar el esmalte como a la erosión de los propios dientes, pudiendo provocar fracturas y astillamiento en las piezas dentales.

Sentir dolor y tener problemas en la mandíbula es otro de los problemas que puede acarrear morderse las uñas. Esto produce dificultad y dolores al masticar, ya que la mandíbula realiza ese movimiento de manera forzada.

Otra consecuencia es el mal aliento (la llamada halitosis) debido a la existencia de bacterias que se traspasan de uñas a boca.

Por supuesto morderse las uñas afecta a las mismas uñas, afecta a su crecimiento y se provocan micro-roturas que hacen que se desarrollen irregularmente.

¿Cómo podemos prevenir mordernos las uñas? Es importante en primer lugar intentar reducir el nivel de estrés para no recurrir a morderlas como válvula de escape.

Hay que cuidarlas bien, cortarlas y limpiarlas de forma regular.

Existen varios tipos de esmaltes trasparentes en el mercado. Estos ofrecen muy mal sabor que lleva al rechazo a la hora de morderlas. También existen esmaltes que permiten la regeneración rápida de las uñas nuevas así como sustituir la placa unguneal (lo que es la parte superior de la uña) que ha sido afectada.

Después de leer esto, ¿Vas a seguir haciéndolo? Esperamos que no, pero si tienes algún problema a la hora de dejar de hacerlo… ¡Ven a visitarnos!

¿Qué es el desorden temporomandibular? El ATM.

La alteración de la articulación temporomandibular ocurre cuando la bisagra que conecta el maxilar superior y la mandíbula inferior, no trabaja correctamente.

Dicha bisagra es una de las articulaciones más complejas del cuerpo, responsable de abrir y mover la mandíbula inferior hacia adelante, atrás y a los lados. Todos los problemas que impiden el trabajo normal del sistema se agrupan bajo la alteración de ATM.

Con frecuencia la alteración de ATM se siente como si la mandíbula saltara, tronara o se atorara por unos segundos y suele ser imposible determinar la causa exacta de esa falta de alineación.

Aunque es difícil saber con certeza si uno padece alteraciones de ATM, los síntomas más comunes son los siguientes:

Dolores de cabeza parecidos a las migrañas, dolor de oídos y dolor o presión bajo los ojos.

Chasquido o tronido al abrir o cerrar la boca.

Dolor ocasionado por el bostezo, al abrir la boca ampliamente o masticar.

Las mandíbulas se traban, se cierran o se salen del lugar.

Molestias dolorosas en los músculos de la mandíbula.

Cambio repentino en el modo en el modo en el que encajan los dientes superiores o inferiores.

No hay una única cura para la alteración ATM, es nuestro dentista el que nos recomendará el tratamiento más adecuado para nuestro caso: hay medicamentos microrelajantes, aspirinas u otros analgésicos o antiinflamatorios.

El uso de un aparato denominado placa de mordida o tablilla para reducir los efectos surgidos se apretar excesivamente los dientes y rechinarlos.

Pueden también aprenderse técnicas de relajación para controlar la tensión muscular de la mandíbula y por último, aunque más agresivo, se recomienda la cirugía cuando los tratamientos anteriores no han solucionado el conflicto.

¿Qué es la boca seca?

Cuando sufrimos sequedad bucal significa que no tenemos suficiente saliva para mantener la boca húmeda.

Cualquiera de nosotros ha tenido alguna vez la boca seca debido a nervios o tensión, sin embargo, si esto es algo que sucede la mayor parte de tiempo, además de ser incómodo puede acarrearnos serios problemas de salud. Puede significar también, la existencia de una afección médica.

La función de la saliva no es solamente mantener la boca húmeda. Tiene más funciones como ayudar a digerir los alimentos, proteger contra la caries, controlar la población de bacterias en la boca y posibilita la masticación y la deglución.

Hay varias razones por las que las glándulas salivares podrían no estar funcionando correctamente; hablamos de ellas a continuación:

Efectos colaterales de ciertos medicamentos: Existen más de 400 medicamentos que pueden provocar sequedad bucal. Ejemplos de ellos son los antihistamínicos, los descongestivos, los analgésicos, los diuréticos, los analgésicos, los diuréticos, los medicamentos para la presión alta y los antidepresivos específicos.

Hay enfermedades como la diabetes, el VIH o el parkinson afectan a las glándulas salivares y pueden producir sequedad bucal.

Durante el tratamiento de cáncer con rayos X, ante la radiación, la cabeza, el cuello y las glándulas salivares pueden dañarse. Se puede perder la salivación total o parcial, permanente o temporal.

La quimioterapia es otra de las causas, ya que las drogas que se utilizan en el tratamiento de cáncer pueden espesar la saliva y provocan sequedad bucal.

Los cambios en los niveles hormonales durante la menopausia afectan a las glándulas salivares. Muy a menudo las mujeres menopáusicas y postmenopáusicas sufren sequedad bucal permanente.

El tabaquismo es otra causa de sequedad bucal; un gran número de fumadores de pipa, cigarro y cigarrillos la sufren.

¿Sabes cuales son los síntomas de la sequedad bucal? Te los presentamos a continuación:

Sensación de sequedad y boca pastosa.

Dificultad a la hora de deglutir.

Sensación de ardor en la lengua.

Sequedad en la garganta.

Labios partidos.

Reducción de la capacidad del gusto o sabor metálico en la boca.

Llagas y mal aliento.

Dificultad para masticar o hablar.

Todos tenemos estas sensaciones de vez en cuando, pero si estas persisten en el tiempo, es necesario acudir al especialista.

Caries dental. ¿Qué es y como actúa?

La caries dental aparece cuando se destruye o reblandece el esmalte y la dentina y es provocada por la placa bacteriana que se localiza en las superficies dentales. Es una infección que empieza a originarse en la periferia y va progresando, provocando una pérdida de sustancia y formando una cavidad.

La primera señal de aparición de caries es el cambio de color, ya que el diente se torna blanquecino y sin brillo. A medida que avanza aparece un borde amarillo, marrón o negro en la zona enferma. Es en este momento cuando puede empezar a doler. Es un dolor punzante y persistente. Cuando la caries solo afecta al esmalte no produce dolor, pero cuando llega a la dentina, al ingerir bebidas dulces o calientes o comer dulces. Si la infección llega al nervio, forma pus y aparece un flemón (que es cuando el pus busca salida al exterior).

Cuando la caries ya es visible es porque ha aparecido un socavón en el esmalte debido a la pérdida de sustancia y, aunque el proceso es lento la destrucción del diente ha empezado hace meses.

Son varios los elementos que intervienen en la caries y se relacionan directamente con los siguientes factores de riesgo:

Factores diente/saliva: La saliva es una gran protectora de la caries y las personas que tienen problemas a la hora de producirla tienen más posibilidades de tener caries. Hay que tener en cuenta otros factores que también tienen relación directa con la posibilidad de tener caries como la morfología, composición, disposición y maduración del esmalte.

La dieta: La ingesta de hidratos de carbono acelera la acción bacteriana sobre el esmalte y por ello lo daña. Esto ocurre con determinados azúcares que encontramos en algunos caramelos, refrescos, bollería industrial… Si nuestra dieta es muy rica en azúcares aumenta el riesgo de aparición de caries dental ya que el Ph de éste desciende de manera permanente y el esmalte no se remineraliza. La desnutrición y la deficiencia de vitaminas y minerales son también causantes de caries.

La placa bacteriana: La caries se desarrolla en aquellas zonas de la superficie del esmalte en la que la flora microbiana de la placa encuentra un ambiente apropiado para proliferar, como sucede cuando hay una mala higiene dental.

El tiempo es un factor importante a tener en cuenta ya que cuanto más tiempo de exposición por parte de los dientes a los ácidos que producen las bacterias, más posibilidad de caries.

Existen tres tipos de caries:

Caries de Corona: Son las más comunes. Aparecen tanto en los niños como en adultos y aparecen en las superficies de masticación o entre los dientes.

Caries Radicular: Con la edad las encías se retraen y dejan expuestas partes de la raíz del diente. Al no estar protegidas, esas zonas quedan expuestas y se infectan más rápidamente.

Caries Recurrente: Pueden formarse alrededor de obturaciones y coronas existentes ya que son zonas que tienden a acumular mucha placa, lo cual, finalmente forma caries.

Mitos sobre la salud bucodental.

En el artículo de hoy desmontaremos 10 mitos que seguro que todos habréis escuchado alguna vez debido al desconocimiento o despreocupación por la salud bucodental que sufrimos en nuestro país. ¡Ya lo sabéis! ¡La próxima vez que los escuchéis no los debéis creer!

Primer mito:

«Después de las comidas lo que mejor me va son los palillos»

No es aconsejable hacer uso de palillos o montadientes que no estén diseñados para limpiar la placa entre los dientes ya que se puede producir una lesión. La seda dental o el cepillo interproximal son la opción recomendada.

«Los cepillos duros y los enjuagues fuertes limpian mejor»

El cepillado con un cepillo de cerdas duras o el cepillado brusco o traumático produce desgaste en el esmalte y retracción en las encías, quedando expuesta la raíz de la pieza dental. Respecto a los enjuagues bucales fuertes, si tienen un alto contenido en alcohol pueden producir sequedad en los tejidos orales al modificar la cantidad y la calidad de la saliva.

«El mal aliento está relacionado con problemas de estómago»

La halitosis se origina en un 90% de las veces en la cavidad oral, por lo que el mal olor proviene del metabolismo de las bacterias anaerobias de nuestra boca. Una mala higiene oral, enfermedades de encías y excesivos sustratos en la lengua son las causas más habituales de la halitosis.

«Mejor no cepillarse si sangran las encías»

Una encía sana no sangra y muchas veces esto se atribuye al tipo de cepillo o a la técnica utilizada. El sangrado de las encías es signo de inflamación y enfermedad y se debe acudir al especialista en caso de que eso suceda.

«Con la piorrea se pierden los dientes»

Actualmente, el tratamiento de la periodontitis es altamente eficaz y facilita el mantenimiento de los dientes durante toda la vida.

«Cada embarazo cuesta un diente»

La sabiduría popular lo advierte, pero si la mujer embarazada toma sencillas precauciones para su cuidado dental, eso no debería suceder. Lo que si provoca el embarazo es una mayor inflamación de las encías.

«Con la edad es normal perder los dientes»

La pérdida dental no es inherente a la edad. Si se realiza una higiene dental e interdental correcta y se acude al dentista con regularidad, nuestros dientes nos van a durar hasta una edad avanzada.

«Las limpiezas dentales estropean el esmalte»

Al contrario, una limpieza dental elimina la placa bacteriana y el cálculo adherido a la superficie dental.

«No me coloco implantes por miedo al rechazo biológico»

La mayor parte de los implantes dentales se fabrican de titanio quirúrgico, material absolutamente biocompatible, con capacidad de integrarse en el hueso y es muy bien tolerado por los tejidos blandos. No se ha demostrado ninguna reacción tóxica al titanio ni tampoco irritativa sobre los tejidos vivos.

Y por último:

«Las encías no me duelen y no necesito un tratamiento»

No tener dolor de encías no implica tener una boca sana. Muchas veces las enfermedades periodontales pasan desapercibidas al no tener síntomas ni cambios mínimos en la boca. Es por ello que es importante ser examinado periódicamente por un especialista y confirmar que nuestra boca está sana y prevenir el desarrollo de enfermedades.

Los problemas dentales de los celíacos.

Los celíacos padecen una enfermedad autoinmune como lo es por ejemplo la diabetes del tipo 1. ¿Qué quiere decir esto? Que el mismo sistema inmunitario es el que ataca a los órganos, tejidos y células produciendo enfermedades y trastornos.

La enfermedad celíaca se dice que afecta a una de cada 100 personas en todo el mundo aproximadamente. El cuerpo de estas personas es incapaz de digerir el gluten que se encuentra por ejemplo en el trigo. La enfermedad daña el intestino delgado de tal forma que se dificulta la absorción de nutrientes vitales por parte del organismo.

La enfermedad celíaca presenta también manifestaciones orales: los defectos en los dientes, la sequedad de la boca y las aftas.

La calidad del esmalte puede convertirse en un problema para los celíacos y ello puede estar relacionado con la decoloración o el desarrollo precario de estos. Los dientes que tienen el esmalte descolorido presentan puntos amarronados, amarillentos o blancos. Además el esmalte parece más grumoso o rayado y los dientes pueden parecer más traslúcidos que opacos.  Lamentablemente esos efectos son permanentes y solo es posible lidiar con ellos por medio de carillas o adhesivos dentales.

La siguiente manifestación es tener siempre la sensación de sequedad en la boca, lo que además de ser incómodo es una preocupación médica, ya que la saluda ayuda a mantener los dientes limpios y la insuficiencia puede provocar caries.

Las aftas son lesiones bucales que también pueden padecer los celíacos. Estas se desarrollan en los tejidos blandos (en el interior de las mejillas o en el paladar) afectando de manera que pueden dificultar la alimentación o el habla. Las aftas desaparecen solas pero es importante tener en cuenta que pueden regresar.

Para las personas celíacas los problemas orales son una causa de preocupación. Si tenéis los dientes afectados por la enfermedad, asegurad no desatender vuestra boca y visitad regularmente al dentista.

Cáncer de encías y sus síntomas.

El cáncer de encías forma parte de los cánceres de la cavidad bucal, en el que se incluyen el cáncer de labios, mejillas, lengua y paladar. Este tipo de cáncer suele afectar a personas mayores de 50 años, más a menudo a los hombres y generalmente cuando son fumadores y consumidores de alcohol. Hay que añadir que junto a esos factores, el cáncer de encías puede verse favorecido si existe una mala higiene bucal.

¿Cuales son sus síntomas? Un cáncer de encías puede manifestarse por una lesión en la propia encía, cuando su apariencia es de aspecto rojizo o blanquecino. A veces pueden sangrar con facilidad; puede producirse un dolor constante en la zona de la lesión; un diente se mueve o se produce una sensación de incomodidad en la boca.

Son los signos clínicos los que pueden hacer sospechar al especialista de un tumor, pero es imprescindible obtener una muestra para tener la confirmación. Es por ello que se realiza una biopsia y así se analiza su naturaleza.

El alcohol y el tabaco darán una fuerte orientación hacia una naturaleza cancerosa, pero es un examen más detallado llamado panedoscopia de las vías aerodigestivas superiores, la que ayudará a buscar la presencia de otras lesiones sugestivas al cáncer.

Si se encuentran otras lesiones, se realizará una nueva biopsia; si se confirma que hay un cáncer se llevará a cabo un estudio más extenso (buscando que las células cancerígenas hayan migrado o no a otros órganos).

Dependiendo de los resultados se decidirá el tipo de tratamiento que se va a llevar a cabo. Para la extracción de l tumor en si mismo, se puede plantear la cirugía pero en caso de existir ganglios afectados se realizará una quimioterapia con fármacos o radioterapia sobre el tumor.

¿Cómo prevenirlo? Evitar el desarrollo del cáncer de encías es posible adoptando un estilo de vida saludable: no fumar,  limitar el consumo de alcohol, cepillar los dientes tres veces cada día y acudir al dentista de forma regular para anticiparse a posibles problemas.