Cuando hablamos de tener buena alimentación, es para tener una buena salud en general, pero evidentemente tenemos que tener en cuenta también la salud bucodental. Existe por supuesto una relación muy estrecha entre los malos hábitos alimentarios y las enfermedades dentales.
Los alimentos con un elevado contenido en azúcares y otros tipos de hidratos de carbono, como la comida rápida o los alimentos precocinados, son un ejemplo de comestibles que ayudan a la proliferación de las bacterias cariógenas, por lo tanto, a la formación de caries. La dieta alimenticia, además de limitar el consumo de carbohidratos y azúcares, tiene que ser rica en