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Consejos para perderle el miedo al dentista. ¡No nos temas!

Una de cada cuatro personas teme visitar al dentista, según datos del sistema de salud pública británico. Y no es sólo cosa de niños.  ¡Los adultos se asustan también a la hora de visitarnos!

Ese temor puede responder a varios motivos: el miedo a que el tratamiento duela, el pánico a las agujas o el rechazo a los sonidos y los olores de la clínica dental, que pueden traer malos recuerdos de la niñez, aunque hay que tener en cuenta que las clínicas dentales modernas son ambientes mucho más amigables.

Por otro lado muchos dentistas ahora entienden mejor los temores de los pacientes y pueden atenuar su estrés con un trato amable y delicado. Además hay que tener en cuenta que los avances en tecnología han transformado los métodos de la industria, que ahora puede ofrecer tratamientos totalmente sin dolor.

Aún así, aquí te damos algunos consejos para ayudar a vencer la ansiedad de ir al dentista que esperamos que te ayuden:

A. Encontrar un dentista comprensivo te va a ayudar: Puedes preguntarle a tus amigos y conocidos o buscar específicamente un profesional que se especialice en pacientes con ansiedad.

B. Antes de la primera consulta, es bueno visitar el espacio.  Antes de pedir tu primera cita, visita la clínica, conoce al recepcionista y al dentista y observa el ambiente. También puedes informarles de tu ansiedad o fobia para que lo tengan en cuenta para tus futuras visitas.

C. Elige la cita a primera hora del día. Es el modo de tener menos tiempo para pensar en tu fobia e ir acumulando ansiedad durante el día. Una vez hayas ido, ya estará.

D. No llegues mucho antes de tiempo a la cita. Trata de llegar a la hora en punto para no tener que esperar en la sala de espera de la clínica . Puedes sentirte más ansioso ante los sonidos y olores y eso puede hacerte pasar un mal rato.

E. Que la primera cita sea «suave». Con esto queremos decirte que No te metas de buenas a primeras en empastes, endodoncias y anestesias. Sería bueno que la primera cita sea una revisión o una limpieza y puedes aprovechar para que sea una manera de conocer un poco más a tu dentista en una visita totalmente libre de ansiedad. Cuando te sientas más cómodo puedes proceder a hacer tratamientos más complicados.

F. Acuerda con el dentista una señal para avisarle de que te sientes incómodo.  Puedes acordar con tu especialista una señal concreta para indicarle que necesitas un descanso y quieres que pare. Puede ser simplemente señalar con el dedo o levantar la mano pero te hará sentirte más en control.

G. Tal vez llevar tu propia música te ayude a distraerte y relajarte mientras el dentista hace su trabajo. El tiempo se te pasará mucho más rápido y probablemente no escuches tanto los sonidos que te generan ansiedad.

H. Si tu fobia es máxima, existe la posibilidad de sedación que hoy en día son posibles totalmente sin dolor. Una crema local en las encías puede hacer que no sientas la inyección de anestesia. Además hay modernos sistemas de anestesia con una «varita mágica dental» que tiene el aspecto de un bolígrafo y administran la anestesia tan lentamente que el paciente no lo nota. Existe también la sedación por inhalación que puede ser muy útil para relajarse durante el procedimiento dental. Finalmente si la fobia es grave y el paciente lo desea, también existe la sedación intravenosa durante el tratamiento, a través de la mano o el brazo. La anestesia no tiene por qué ponerte a dormir, puedes permanecer despierto y hablar con el dentista, pero te relajarán tan profundamente que probablemente no recuerdes bien qué ocurrió.

 

 

 

 

 

DEMI SIN PIÑOS

¿Sabes la razón de la pérdida de dientes de Demi Moore?

La conocida actriz Demi Moore ha perdido alguna de sus piezas dentales, suponemos que todos os habéis enterado ya. Se dice que ha sido a causa del estrés, sin embargo esa información no es cierta.

Lo más probable es que el estrés haya llevado a la actriz a padecer bruxismo, aunque este no ocasiona la pérdida de los dientes, los desgasta antes de que estos puedan desgastarse de forma espontánea.

Cuando una persona sufre emocionalmente no pierde los dientes necesariamente, lo que si que puede suceder es que otros elementos favorezcan a los microorganismos que viven en la boca haciendo que pierdan su equilibrio y al hacerlo desencadenan diversas patologías que pueden provocar la pérdida de una pieza dentaria.

Lo más probable es que Demi Moore haya padecido una infección en la boca que al manifestarse el estrés afectó a la estructura de soporte o hueso alveolar. Eso probablemente le ha provocado una periodontitis que ha desencadenado en caída de piezas dentales.

De cualquier modo, el elemento base de cualquier pérdida dental es la mala higiene que hará que se acumule placa. Por este motivo es esencial tener un excelente cuidado de la boca, pudiendo así evitar la vulnerabilidad de la salud dental y prevenir el tipo de situaciones como la que ha vivido la popular actriz de Hollywood.

Y tú… ¿Te muerdes las uñas?

Mucha gente se muerde las uñas, es un hábito muy común. Pero este simple gesto, además de las consecuencias estéticas que supone, conlleva peligros para nuestra salud bucodental.

Se han realizado diversos estudios sobre las causas de morderse las uñas. Uno de los factores influyentes más importantes es la ansiedad, ya que supone una vía de escape ante una situación de nerviosismo que poco a poco se convierte en hábito.

Suele aparecer en la niñez y a medida que va pasando el tiempo se convierte en manía. Este mal hábito puede causar desgaste en los dientes, problemas en las mandíbulas, aumenta el riesgo de sufrir infecciones e incluso puede producir halitosis.

Cuando nos mordemos las uñas, estamos trasladando las bacterias y los hongos que tenemos en las manos y las uñas hasta la boca. Los dientes y la boca son una puerta de entrada a nuestro organismo para las bacterias, infecciones y enfermedades.

El desgaste de los dientes es otro punto a tener en cuenta. El continuo mordisqueo afecta tanto al erosionar el esmalte como a la erosión de los propios dientes, pudiendo provocar fracturas y astillamiento en las piezas dentales.

Sentir dolor y tener problemas en la mandíbula es otro de los problemas que puede acarrear morderse las uñas. Esto produce dificultad y dolores al masticar, ya que la mandíbula realiza ese movimiento de manera forzada.

Otra consecuencia es el mal aliento (la llamada halitosis) debido a la existencia de bacterias que se traspasan de uñas a boca.

Por supuesto morderse las uñas afecta a las mismas uñas, afecta a su crecimiento y se provocan micro-roturas que hacen que se desarrollen irregularmente.

¿Cómo podemos prevenir mordernos las uñas? Es importante en primer lugar intentar reducir el nivel de estrés para no recurrir a morderlas como válvula de escape.

Hay que cuidarlas bien, cortarlas y limpiarlas de forma regular.

Existen varios tipos de esmaltes trasparentes en el mercado. Estos ofrecen muy mal sabor que lleva al rechazo a la hora de morderlas. También existen esmaltes que permiten la regeneración rápida de las uñas nuevas así como sustituir la placa unguneal (lo que es la parte superior de la uña) que ha sido afectada.

Después de leer esto, ¿Vas a seguir haciéndolo? Esperamos que no, pero si tienes algún problema a la hora de dejar de hacerlo… ¡Ven a visitarnos!

Ansiedad y dientes.

¿Sois de los que ante una situación de ansiedad o estrés ponéis en tensión los músculos de la boca? Pues debéis saber que eso afecta a la región del cuello y de la espalda, lo que viene acompañado de apretamiento o rechinamiento de los dientes, factores que se incrementan en situaciones emocionales de ansiedad y estrés.

Cuando esto sucede, se producen desgastes que pueden afectar a la forma y función de los dientes.

¿Cómo podemos solucionarlo? Se recomienda bajar el nivel de estrés, hacer uso de medicamentos inflamatorios (en caso de sufrir dolor) y relajantes musculares para que la contracción se reduzca.

En caso de que los dolores persistan, podéis consultar a vuestro especialista información sobre las férulas de descarga, que ayudan a relajar los músculos y evitan que los dientes sigan rechinando.